CANICAS
“No importan las
canicas,
lo que importa es el
juego.”
(Refrán. Huizinga,1972)
Juan J. de la Rosa Sánchez
Profesor Honorario de la Universidad de León
Numerosas son las modalidades del juego con canicas,
algunas de fácil ejecución y otras verdaderamente complejas. En general, toman
su nombre del objeto que se lanza o del agujero en el que hay que
introducirlas.
Bastinos (1896) afirma que hay bolas de "vidrio, de mármol, de piedra lisa y de
pasta".
Nuestro Premio Nobel y Cervantes (Cela, 1992) cuenta
que "...había cuatro clases de bolas
de jugar al gua: de barro, de china, de cristal (liso o con dibujo) y de
acero."
García Trapiello
(1988) cita estos tipos: “...baratas
de barro mal cocido que saltaban en cachos ante el impacto de otras canicas
garbanceras, menudas, que llamábamos de piedra, y no te cuento si la bola era
de acero criminal.”
Como todos los juegos de lanzamiento afirman la
lateralidad y desarrollan la coordinación óculo-manual, lo que va a favorecer
la expresión plástica y gráfica al ejecutar actos motores guiados esencialmente
por la vista, ajustados por una importante destreza de manos y habilidad para
aplicar la fuerza necesaria y la dirección adecuada a unos lanzamientos en
puntería verdaderamente difíciles al manejar objetos muy pequeños.
Quizás un antecedente del actual juego de canicas
sea el conocido por las habas o,
posiblemente, sólo sea una variedad inventada por no tener bolas y sustituirlas
por fréjoles.
QUÉ HAN DICHO ALGUNOS
AUTORES
Caro (1694) al tratar sobre el juego de las
almendras describe el de la tropa.
Bastinos (1896) como otras variantes del juego trata
sobre "los nueve agujeros y balas en el laberinto", describe la modalidad de la moneda, y afirma que "el juego del crocket no es más que una
mera amplificación del primitivo juego de las balas (canicas), en cuyas
peripecias está basado."
Hernández (1901) que dedica un capítulo, el XI, a
los juegos con canicas, los clasifica como de suerte, de habilidad y de
cálculo. De suerte: "plano
inclinado, el choque, el rebote, la fila, al blanco, pares y nones, catar el
melón, al hoyo, al puente y al pontazguero." De habilidad: "al
montón, al hoyuelo, la veintiuna, los tres hoyos, el serpentón, el caracol, la
torre, la pirámide, el triángulo, el corro, las coronas, el corsario y el
castillo". De cálculo: "el castro, los tres castros, cinco en raya, los cuadros, la
liebre perseguida y caza del lobo". Estos últimos no son realmente juegos de canicas, aunque no se
puede negar que se utilizan estas u otros objetos para practicarlos. Todos
ellos son del tipo tres en raya y sus
variantes.
Caillois (1958) dice que "no siempre
constituye un juego de mera destreza. En efecto las canicas presentan la
particularidad de constituir a la vez el instrumento y la puesta. Los jugadores
las ganan y las pierden, con lo cual no tardan en convertirse en una verdadera
moneda. Se las cambia por golosinas, cortaplumas…”
Gorris (1976) afirma que los griegos conocían el
juego de canicas, al que designaban tropa
y jugaban con astrágalos, bellotas, castañas o aceitunas. También los romanos
lo practicaron utilizando nueces, almendras o avellanas.
Vargas Llosa (1993) relata que "Antonio mostró
desde niño vocación de comerciante... vendía... bolas de vidrio... y hacía tan
buenas ganancias."
Mingote (1996) dice del gua: "Son bien conocidas las pasiones que promueven los deportes cuyo
objetivo es meter una bola en algún sitio: entre los palos de la portería, el
fútbol; en una cesta, el baloncesto; en un hoyo, el golf. No se comprende
entonces por qué despierta tan poco interés entre los adultos un deporte que
consiste en meter una bola, aunque pequeña, o sea la canica, en un hoyo, mejor
un hoyito, es decir el gua. Dicen
los técnicos que la indiferencia por el gua proviene no del tamaño del hoyo o
de la canica sino del tamaño de los jugadores, poco llamativos realmente. Otros
lo achacan a que los jugadores, incluso los más brillantes, no cobran un duro y
por tanto no merecen la más mínima atención. Algunos, por su parte, lamentan
que en lugar de estudiar para hacerse hombres de provecho se dediquen al gua
esos locos bajitos, como les llamó Edgar Neville…”
LAS CANICAS EN EL DRAE
El lema canica,
lo trae la Academia por primera vez en la edición de 1925) así: “2. Juego de
niños que se hace con bolitas de barro, vidrio u otra materia dura. 3. Cada una
de estas bolitas.”
El DRAE Histórico (1936) repite la definición anterior
y registra esta cita: “a las canicas era algo más diestro, pero poco lucido.
Pereda, Obr., ed. 1884, t. 9, p. 175” y añade que “son unas bolitas de
pedernal, de pasta imitando ágata, o de vidrio de colores, que se usaban y aún
se usan para el juego así llamado, que debe ser el equivalente al que en
castellano dicen bochas.”
Las siguientes ediciones repiten lo registrado y por fin la del Tricentenario dice: “Canica2. (Del fr. dialect. canique, y este del neerl. knikker, der. del verbo knikken;
cf. al. knicken, romper, aplastar). 1 f. Bola pequeña de barro, vidrio u
otra materia dura, que usan los niños para jugar. 2. f. pl. Juego infantil que se practica con canicas,
normalmente impulsándolas con un dedo para que rueden, choquen o entren en un
gua.”
LAS CANICAS EN LA POESÍA
EL TONTO
DE RAFAEL (fragmento)
“Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto
de Rafael!
Tonto
llovido del cielo,
del limbo,
sin un ochavo.
[…]
Tontaina tonto del higo,
rodando por
las esquinas
bolas,
bolindres, pamplinas
y pimientos
que no digo.”
[…]
(Rafael Alberti)
En https://www.poemas-del-alma.com/rafael-alberti-el-tonto-de-rafael.htm
ERA EL ABUELO
(fragmento)
“Era el abuelo y sus inmensas expediciones mirar
qué oruga viva y la caja con sus agujeritos los zapatos
lustrosos
para los Reyes Magos el séptimo no hurtar las canicas
el trompo el adelante mis valientes Supermán
con su vista de rayos X…”
(Miguel D’Ors)
En Poesía del amor, del olvido. Madrid. Rialp, 1972.
ESCONDIDA EN TUS
CABELLOS (fragmento)
[…]
“…estoy en ti
-aunque no lo sepas-
desde antes
cuando tal vez creías que la mejor de tus canicas
era el mundo
y tú el príncipe, el tirano, el presidente…”
(Lucero Alanís de
Gurrola)
En Tarde en el tiempo. Mantis Editores, 1999.
JUEGOS TRADICIONALES (fragmento)
[…]
“Las
canicas de colores
al
sacarlas de su saco
muestran
bellos resplandores
como
los ojos de un gato.”
[…]
(Alejandro
José Diaz Valero)
En
https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-56382
(31-7-2020)
LA CANICA
“La
mayor bola del mundo
es
fuego; se llama sol,
pero la
más conocida
es la
de jugar futbol.
Otra
bola colorida
que
nunca he jugado bien
es de
vidrio, la bandida,
canica
tenía que ser.”
(Ricardo
Azevedo. Traducido por Susana García)
En http://lectoaperitivos.com/poemas-a-juegos-y-juguetes/
13-8-2017
A LAS QUE NO ESTÁIS
“Una fotografía ha revelado que dentro guardo
dos bolsas llenas de canicas. Son muchas y son negras.
Yo agito siempre las dos bolsas
y las canicas rebotan en mi vientre y me duelen
porque son mías.
Las canicas son como las hijas que nunca tendré
como las hijas que nunca leeré
como las hijas que nunca amaré.
Salto y no me importa romper mis tobillos.
Golpeo mi tripa y me da igual mi páncreas.
Fumo y no reparo en mis dientes perdidos.
Bebo y no me preocupa mi hígado.
Lamo montañas de azúcar y no piense en mi sangre
porque las canicas jamás serán mis hijas.”
(Gabriela Ariadna Galán)
En https://digopalabratxt.com/2015/07/02/tres-poemas-de-gabriela-ariadna-galan/
BOLINDRES
DE AMISTAD (fragmento)
“Recuerdo a un niño del barrio
comiéndose los mocos en la calle,
con los pies descalzos
y la mirada alegre.
Se encontraba solo.
Me sonrió
-en medio del gentío-
con su sonrisa solitaria,
y me ofreció
un bolindre de barro bermejo
secado al sol.
Se lo cogí
y nos pusimos a jugar al gua
hasta que se partieron todos
los que tenía.
[…]
(Anónimo)
CANICA BOM BOM (A mi hijo) (fragmento)
“Canica bom
bom entre mis manos;
bom bom suenan los latidos de mi corazón;
eres el reflejo de mi pasado;
trajiste alegría a esta canción.
[…]
Por siempre se
feliz
y nunca dejes de amar.”
(Antonio
M.)
En https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-216901
(31-7-2020)
CANICAS (fragmento)
“Por
las noches se escuchan
canicas
que retumban, chocan
en el
suelo frío y pálido
evocan
su último y eterno hálito
Solamente
jugaba en su lecho
Pasivo,
con sus canicas
¡Oh!
Tendría al menos el derecho
de ir
por su corto sendero
Temblorosa
voz suplica
al
maniático ebrio estrecho
sin
compasión, impuro
acomete
el padre demente
¡Oh!
destino cruel y duro
pobre
espíritu silente
[…]
(Benjamín Nicolás)
En https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-329663
CANICAS DE COLORES
“Partir en
pedazos los sueños,
para guardar sus
fracciones,
en los bolsillos
del pantalón,
como cuando de
niños chicos,
guardábamos las
canicas...
aquellas de
bonitos colores.
¡Nuestros grandes
tesoros!
y las
contemplábamos, solos,
una y otra vez,
acariciándolas,
hasta que caían,
a nuestros pies,
y un día se perdían,
se olvidaban,
como se pierden
hoy, sin avisar,
nuestros sueños
más queridos,
como canicas
rodando, alejándose,
para no volver,
tal vez... nunca más.”
(María)
En http://www.diariodeibiza.es/blogs/nostalgia-de-ibiza/canicas-de-colores-poema.html
EDÉN (fragmento)
“Lloviznas de recuerdos en mi
memoria
se deslizan tiernas en el
vidrio de mi alma
se hacen ecos de diamantes, las
sonrisas
y destellan como el jaspe las
nostalgias
constelaciones de pelotas y
trompos danzantes
verdes canicas, caramelos y un
sol de madre
sinfonías en mi universo
crecido en años
aún resuenan. aún me miman aún
me cantan
[…]
(Facundo
Perkins)
En https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-390427 (31-7-2020)
HERMOSAS CANICAS DE MIL COLORES
“Cuando muy niño yo era
vi algo que me encantó,
un amigo de la escuela
canicas de colores llevó.
Que llegue rápido el recreo
miraba pasar los segundos,
todos jugaban a un sorteo
con suspiros muy profundos.
Había canicas en hilera
hermosas de mil colores,
las quería a toda manera
si ganaba rendía honores.
Volvía a mi casa emocionado
a mamá mostraba mi triunfo,
¡¡mira todas las que he ganado!!
quería que viera lo coleccionado.”
En http://www.mundopoesia.com/foros/temas/hermosas-canicas-de-mil-colores.477567/
JUGANDO A LAS CANICAS (LOS CINCOS)
“¡Que alegría!
ayer mucho llovió
El suelo
suavecito está
a las canicas
jugaremos después de la escuela
con Mario,
Roberto y con aquella picaruela.
Las bolitas de
cristal rodarán con destellos
Roberto va
primero, todo un experto
le ha atinado a
los tres hoyuelos,
yo trataré de
ganarle, mi tiro va directo.
Entre tanto
intento, la pícara niña
Nos ha ganado la
partida, a buena ley
yo que me creía
el único rey…
Con las canicas
se quedó…y eran buena piña.”
(Lissi)
EN https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-49899
JUGANDO A LAS METRAS
“Tengo algunas metras
listas al combate
son como cincuenta
sin contar los “mates”.
Canicas o metras
bolitas de cristal,
las tengo dispuestas
para ir a jugar.
Al “rayo” o al “hoyito”
jugar yo podría,
porque soy preciso
con mi puntería.
“Chopo” o “uñita”
sino “jalaito”
son formas distintas
que a jugar te invito.
A este juego divertido
le escribo estas letras
porque nunca olvido
el juego de metras.”
(Alejandro J. Díaz Valero)
En https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-140407
LAS
CANICAS DE SALVA
“Y juega,
juega con
sus canicas
el niño
Salva
-seis
añitos encima-.
Soñando
despierta,
que las tiene guardadas
en la
bolsa de tela.
Canicas
de barro cocido
de color
térreo,
que
entretienen del niño
la
fantasía.
A un guas,
(sic)
hecho en
la tierra,
deditos
las empujan,
dándole
"mamirotes"...
Todas las
cuela.
En
fila
frontal
las pone.
Se
agacha,
apunta
y zas
una tras
otra caen.
Salva se
alegra.
Risa de
niño
suelta,
mirando
al abuelo
que estaba cerca.
Qué
contento se pone.
Recoge
las canicas
en bolsa
de tela
y bajo la
almohada
la noche
duerme
con
ellas.
Canicas
que el
abuelo las hizo
con sus
manos de arcilla.
Guardado
las hubo
en cajón
de madera.
Y en Reyes
le
entrega
canicas
de barro
-la caja
llena-.”
(Anónimo)
En http://www.mundopoesia.com/foros/temas/las-canicas-de-salva.234097/
MI PRIMER BIKINI
(fragmento)
[…]
“Grabo versos de colores fríos
en tu piel, de arquitectura a basa,
y les llueve y los diluye, y compruebo
que la lluvia suena como hacen al, caer
las canicas brillantes y naranjas
que cambiaba en el patio del recreo,
poco antes de calzar mi primer bikini.
Hoy guardo las canicas,”
(Elena Medel)
En Mi primer bikini (DVD, febrero de 2002; segunda
edición, junio de 2002)
RECORDANDO A MIS JUGUETES (fragmento)
[…]
“Me gustaba jugar a las canicas
a la trompa y al parchís…
[…]
…pero siempre recuerdo
jugar con los chicos, con las canicas de vistosos colores…”
[…]
(esthelarez)
En https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-256852 (31-7-2020)
UNA PELOTA, DOS CANICAS Y UNAS TRENZAS (fragmento)
“Busco entre las
cenizas
de los fuegos que hice
con los restos del pasado,
alguna pelota,
dos canicas
y unas trenzas.
[…]
Pero la mirada sigue escondiendo
una pelota,
dos canicas
y unas trenzas.”
En https://poemame.com/m/versolibre/pelota-dos-canicas-unas-trenzas
Acabo esto de las poesías con
Mingote:
“Lo mismo que la
flecha,
entre el flexible
arco y la cuerda tensa
se apresta a
clavarse vibrante en el cálido pecho adversario,
así la canica
entre el curvado índice y el impulsor pulgar
late impaciente
por chocar con la esfera enemiga
antes de rodar al
refugio amable del gua.”
“Y es bien conocida la cántica
amorosa del marqués de Santillana llamada de la canica
'Non vide canica
tan rodamentera
ni tan bien polida
que en mis dedos
fuera
como era sumisa
y luego rodada
la mi molinera.”
“Y no debemos olvidar la
llamada jota de la Canica que aún se canta en las fiestas y romerías de Alto
Aragón:
Lo mismico que en
el gua
se cobija la
canica,
quisiera yo
cobijarme
en tu regazo,
mañica.
(Algunos, los más atrevidos,
cantan refajo en lugar de regazo, pero el trueque no está bien visto por las
Autoridades).”
MODALIDADES
1. SIN GUA
La saca. También se le conoce como bombardeo o bombardero. En el suelo, se traza un círculo de unos 30 cms. de
diámetro y dentro de él se colocan dos bolas por cada uno de los jugadores que
participan. A unos dos metros del anterior se marca otro círculo que es el
lugar desde donde se realizan los lanzamientos para sacar las bolas depositadas
en aquél.
El juego comienza cuando el primer jugador dispara su canica contra las
del círculo, si logra sacar alguna se la queda y vuelve a tirar desde el sitio
donde quedó su bola fuera del círculo, pues si queda dentro allí debe dejarla.
Si falla puede ocurrir que su bola quede dentro del círculo o salga fuera; en
el primer caso la pierde y en el segundo tendrá que pagar una canica si alguno
de los otros jugadores acierta a darle con la suya.
Como variante de esta saca está la denominada el anillo que, básicamente, es igual y se diferencia en que dentro del
círculo se marcan dos líneas que se cortan en ángulo recto.
El puente.
Consiste el juego en lanzar por turnos, desde una distancia convenida de
antemano, una canica a las aberturas
efectuadas en el lateral de una caja puntuándose con 2, 4, 6, 8 o 10 puntos de
menor a mayor dificultad de introducción que viene dada por el tamaño de los
arcos u ojos del puente.
A mías. Se traza
en el suelo una raya larga, sobre ella, cada jugador coloca 3 o 4 canicas separadas entre si unos cuatro
dedos y distanciadas de las de los demás un palmo. Desde una determinada
distancia, cada jugador lanza su canica
hacia las anteriores: si le da a una que no sea la suya la gana; si no le da a
ninguna paga con una que se coloca con las demás; y, si la tocada es la suya,
dice ¡mías! y cada jugador contrario
le tiene que pagar con una canica de
las que tienen reservadas para hacer frente a estas adversidades del juego.
2. CON GUA
Con la denominación de gua se
conocen todas las modalidades del juego en las que se utiliza un agujero (gua) que realizan los propios jugadores
en el suelo. Los elementos del juego son: canicas,
gua y, normalmente, una raya marcada a cierta distancia del agujero.
El orden de actuación se determina mediante lanzamientos, que hacen los
jugadores, desde la raya al gua o
desde éste a aquélla; el que más se acerque será el que comience en primer
lugar.
Los lanzamientos se realizan midiendo una cuarta o palmo, es decir, se coloca la palma de la mano en el suelo
con el pulgar en un sitio determinado (el gua
o lugar donde hubiera quedado la canica)
y el meñique donde caiga, para desde ahí armar la catapulta de lanzamiento que
se produce así: se eleva la palma de la mano utilizando como apoyo el meñique,
que queda en el suelo, y se coloca el dorso de la otra mano sobre los dedos
anular, medio e índice de la mano de base. La canica se apoya en el índice o
meñique de la mano lanzadora -a voluntad del jugador- y el impulso se le da con
el pulgar. También se puede efectuar el tiro sujetando la canica entre el
pulgar y el corazón o el índice y se impulsa con uno de ellos.
Variante 1. Plataderos
Uno de los jugadores se queda con el gua y los demás colocan sus canicas a
determinada distancia, pero escondidas.
El del gua tiene que tirar a
dar a alguna de las canicas que están
escondidas, si lo consigue tres veces seguidas se queda con ella, si no lo
logra pasa otro al gua y comienza la caza. Parece ser que la
denominación se ha tomado de los lugares donde se esconden las canicas.
Variante 2. Desde el gua
se hace un tiro para darle a la bola de otro jugador. Si se consigue, hay que
volver mediante lanzamiento a introducir la propia canica en el gua para
ganar una bola al propietario de la golpeada. Si se falla alguna de las fases
se deja la canica donde estuviera y
el siguiente intenta las mismas operaciones.
Variante 3. El lanzador, una vez golpeada con la suya otra canica, deberá mediante sucesivos tiros
ir impulsándola hasta meterla en el gua.
Todas las que consigue meter pasarán a ser de su propiedad.
Variante 4. Una vez establecido el orden en que se debe jugar
hay que, mediante lanzamiento, meter la canica
en el gua. El que consiga
introducirla lanzará desde éste a golpear cualquiera de las otras, una a una, y
si lo logra tendrá que hacerlo otras dos veces consecutivas para quedarse con
ella.
Variante 5. Las habas.
Los jugadores, de pies y desde una distancia previamente acordada, lanzan cada
uno su haba o canica para meterla en el gua.
El que más la acerque será el que comience el juego que consiste en intentar
meter las más posibles en el hoyo, golpeándolas, mediante un papirotazo que
puede repetirse cuatro veces y se denominan: uñátera, escarlátera, invocátera y
alimbótere.
Variante 6. Conseguido el gua
se pasa a tirar a las canicas de los
demás jugadores a las que hay que acertar y, además, cumplir las condiciones
siguientes: dedo,
en el primer tiro han de chocar las canicas
y quedar separadas a una distancia de un dedo, como mínimo; cuarta, conseguido lo anterior, se hace
un nuevo lanzamiento y después de golpear otra vez a la misma canica
deben quedar separadas, por lo menos, una cuarta; pie, en el
tercer lanzamiento acertado, quedarán separadas las canicas a la distancia de un pie
, al menos; bola, la distancia mínima
de separación, al cuarto golpe, será la de una canica; giriscola, por
fin, después del quinto golpe (no hay quinto malo) la separación será de tres a
cinco pies, según se haya acordado previamente.
En caso de divergencias en las medidas, prevalece la distancia del dedo, cuarta, etc. del propietario de la canica maltratada (alguna vez, de tantos golpes como reciben, las
canicas se rompen por lo que hay que reponerla y, además, se puede perder con
lo que el asunto puede salir costoso para la, normalmente, maltrecha economía
de los participantes.).
Si el lanzador falla en alguna de las fases comienza otro jugador desde
el principio.
Puede ocurrir que, después de golpear, queden muy separadas las canicas; en ese caso, se puede optar por
comenzar tirando a otra que le quede más cerca y se queda debiendo al de la
otra canica las fases que no completó
con ella. Es decir, espera mejor ocasión.
En cualquier momento de la partida, el que está en posesión del gua puede volver a éste y si lo consigue
tiene las posibilidades siguientes: a) tirar hacia otro lado (se le pasa el turno,
pero se cubre las espaldas); b) tirar a las otras canicas, y, c) cubrir gua.
Se denomina cubrir
gua a meter la canica en el
agujero y dejarla en él. Es una estrategia para que los demás jugadores se
acerquen y así poder eliminarlos, pero si alguno consigue meter su canica en el gua comienza otra jugada que es intentar sacar a la ocupante, para
lo que hay dos modalidades: en altas y en
bajas. En la primera los adversarios intentan sacar la canica del gua, dejando
caer la propia desde la altura de la nariz y en la segunda, los lanzamientos se
efectúan desde la altura de las rodillas, estando agachados. El número de tiros
en bajas es de seis y en altas pueden ser nueve, once o trece,
según se acuerde. Si completados los lanzamientos no se logra sacar queda
eliminado el lanzador; si se consigue, el eliminado será el que cubra el gua.
Variante 7. Pares o nones. Material e instalaciones: canicas, un
agujerito en el suelo y una raya desde la que lanzar. Cada jugador va lanzando
sus canicas a introducirlas en el agujero. Al terminar los lanzamientos puede
ocurrir: a) las mete todas, las recoge para sí; b) no mete ninguna, las recoge
el contrario; c) mete algunas, si son pares las recoge él y las que quedaron
fuera el otro, y, si son impares se recogen al revés.
GLOSARIO
a mías. Ver en modalidades.
agujero. Lugar donde hay que introducir la canica.
alimbótere. Ver variante 5 las habas.
anillo (el). Ver
en modalidades, la saca.
bala. Canica. (Bastinos,1896).
bitalo. Canica.
boche. Agujero.
bola. Canica.
bolinche. Canica.
bolindre. Canica.
bolita. Sinónimo de
canica.
bolón. Canica de
gran tamaño.
bombardeo. Ver en modalidades, la saca.
bombardero. Ver en modalidades, la saca.
bote “4. m. boche.” (DRAE,
edición electrónica);
buraco
“1. m. vulg. agujero.” (DRAE, edición
electrónica);
canica. “2. Juego de niños que
se hace con bolitas de barro, vidrio u otra materia dura. 3. Cada una de estas
bolitas.” (DRAE, 1925). La edición de 1956 la hace derivar “del germ. knicker,
bola de jugar los niños). La publicación de 1992 dice que procede del “neer.
knikker, bola de jugar los niños y la edición del Tricentenario la hace
provenir del francés canique, y este del
neerlandés knikker, derivado del
verbo knikken; cf. al. knicken, romper, aplastar y añade: “Bola pequeña de barro, vidrio u otra materia
dura, que usan los niños para jugar.2 f. pl. Juego infantil que se practica con
canicas, normalmente impulsándolas con un dedo para que rueden, choquen o
entren en un gua.”
canicón.
Canita grande.
cementa. Canica.
chinera. Canica
más pequeña.
chiba.
Canica.
choli.
Canica.
chócolo. Denominación
del juego de canicas.
corona.
Denominación del juego de canicas.
cristala. Canica de cristal de tamaño entre la cementa
y la chinera
cuarta. Medida.
cubrir gua. Dejar la canica en el gua para que nadie
pueda acceder.
cuica. Sinónimo de canica.
dedo. Medida.
escarlátera. Ver variante 5 las habas.
fila al blanco. Denominación del juego de canicas.
fueyo. En Astorga agujero.
furaco. Agujero en León y Asturias
giriscola. Ver variante 6.
gua. Lugar donde
hay que introducir la canica. También nombre del juego.
hoyito. Denominación del juego de canicas.
hoyo (el). Denominación del juego de canicas.
hoyuelo. Denominación del juego de canicas.
huraco “De hura). 1. m. agujero.” (DRAE, edición electrónica);
invocátera Ver variante 5 las habas.
mable. Sinónimo de canica.
macaco. Sinónimo de canica.
mano. Ver en modalidades con gua.
meca. Canica.
media cuarta, pie y tres pies. Denominación del juego de canicas.
melón Canica grande.
metra. Canica.
mia. Canica.
naranjilla. Canica.
nueve agujeros. Modalidad.
olla (la). Denominación
del juego de canicas.
palma. Medida.
pares o nones. Modalidad con gua.
pie. Medida.
pito. Canica.
pitón. Canica grande
plataderos. Modalidad con gua.
puente (el). Modalidad.
raya (la). Denominación del juego de canicas.
rebote.
Modalidad.
saca (la). Modalidad.
serpentón. Modalidad.
torre (la). Modalidad.
toque (el). Denominación del juego de canicas.
uñátera. Ver variante 5 las habas.
Acabo este artículo con una
aleluya de autor desconocido:
Niñas y niños mañosos
juegan al bolindre orgullosos.
BIBLIOGRAFÍA
Bastinos, J. (1896). Juegos
infantiles. Recreos útiles para la Infancia y la Juventud. Librería de
Antonio J. Bastinos, Editor. Biblioteca Aurora. Barcelona. (En Biblioteca
Nacional)
Caillois, R. (1958). Teoría
de los juegos. Traducción
española de Ramón Gil Novales. Editorial Seix Barral. Barcelona.
Caro, R. (1694). Días
geniales o lúdicros. Edición, estudio preliminar y notas de Jean Pierre
Etienvre. Colección Clásicos Castellanos. Espasa Calpe, Madrid, 1978.
Cela, C. J. Memorias entendimientos y voluntades. Capítulo V de las memorias de Cela. Revista
Gente de Diario 16. Año IV, nº 143, 12-I-1992.
Diccionario de
la Real Academia Española. Varias ediciones
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