BILLARDA
De Juegos tradicionales infantiles en León
Juan J. de la Rosa Sánchez
Profesor Honorario
de la Universidad de León
“Es
la toña peligrosa
diversión poco graciosa.”
(Aleluya del s. XIX)
INTRODUCCIÓN
Este trabajo que se debate entre el
recuerdo y la investigación trata sobre el juego de lanzamiento denominado también begarza, bigardia, bigarza, bijarda,
billalda, biluca, birla (lo registra el DRAE), boli, ceporrillo,
chirumba, cocha, escampilla, fido, huso, ira, machiva, maqui, marrillo, marrio,
mocho, pala, pelicais, picota, píndola, pingané, píngola, pingona, pingulé,
pintolé, piocha, pita (lo registra el DRAE), pite, polo, puigané, tala (lo
registra el DRAE), toña, villa o villorta en el
que primero había que elevar un palito afilado por los extremos, después
golpearlo y mediante tal porrazo mandarlo lo más lejos posible o a un
determinado lugar mientras que el jugador contrario trataba de recogerlo
antes de que cayese al suelo; si lo conseguía ganaba un punto y lanzaba él, si
no lo lograba lanzaba de nuevo el primero desde el punto de caída. Puesto que su origen se remonta a la Edad Media, estando
documentado en el Libro de Apolonio (Mester de Clerecía) y en las Cantigas de
Santa María de Alfonso X, ambas obras del siglo XIII (según https://museointernacionaldelabillarda.com) y que a la tala ya la registró nuestro
Diccionario de Autoridades en 1739 me preguntaba, mientras recogía datos, si no
será un antecedente del béisbol que
nació oficialmente en 1839 en Estados Unidos y se asegura que proviene del criquet y otros juegos ingleses.
Con él se desarrollan las capacidades físicas básicas y se mejoran las
habilidades motrices porque se golpean objetos con más dificultad que en otras
actividades, ya que la percepción del espacio se complica al tener que realizar
la acción con el brazo alargado por el instrumento. Pero hay también que
recoger con lo que la apreciación de distancias, cálculo de trayectoria y
velocidad del objeto tienen que ser estructuradas; además, desarrolla la fuerza
al hacer lanzamientos en distancia y desenvuelve la velocidad de desplazamiento
del receptor para llegar antes que el palito al sitio donde ha calculado que
debe recogerlo.
El terreno de juego podía ser de hierba, tierra, cemento, etc., el
número de jugadores era variable, pero al menos debían ser dos y cada uno tener
su bigarda y su palo largo o paleta, aunque un buen amigo me contó que allá por
los años 40 del pasado siglo iba todos los días jugando al pite desde
las Eras de Renueva, donde vivía, hasta el Colegio de La Corredera, donde
estaba escolarizado en el León que entonces se extendía desde uno al otro de
los puntos señalados. Hoy las Eras y más están totalmente urbanizadas y al
colegio de La Corredera lo cambiaron a la calle Párroco don Carmelo Rodríguez y
le llamaron desde entonces San Claudio.
MODALIDADES
1. Se señala un círculo grande en el suelo y desde dentro de él un jugador
eleva y golpea el pite lanzándolo lo más lejos posible. El jugador
contrario, fuera del círculo, lo recoge e intenta meterlo en éste mediante
lanzamiento a mano; el que lanzó la primera vez impedirá su entrada
golpeándolo. Si la bigarda cae en el suelo, dentro del círculo, el
jugador que lo ha conseguido toma el palo o paleta y un nuevo participante será
quien intente recoger el lanzamiento. Si no entra, por falta de puntería o por
golpe del defensor, éste tendrá derecho a tres nuevos lanzamientos y el mismo
receptor tendrá que volver a intentar meterlo de nuevo en el círculo.
2. Con dos círculos, cada jugador dispondrá de palo y billarda. El
juego consiste en que uno de ellos, siguiendo el procedimiento antes descrito,
lanza la tala intentando introducirla en el otro círculo; el que ocupa
éste impide que entre golpeándola. Habrá una oportunidad para cada uno y ganará
el que consiga meter su birla en el círculo del contrincante.
3. Cada jugador tiene palo, bigarda y un hoyo. Se produce el
lanzamiento y mientras uno de los jugadores intenta recoger el pite los
demás procuran ahondar, lo más posible, el agujero del palo del que recoge.
Pierde el que al finalizar el juego tenga el boquete más grande y profundo.
4. Por equipos. Se necesitan tres elementos: gamocho, bijarda
y manca (un punto de referencia que suele ser una piedra grande o un
árbol). Uno a uno, los del equipo que empieza, lanza lo más lejos posible. Al
hacerlo exclama ¡velas!, y los del otro equipo contestan ¡candelas!,
e intentan coger la bijarda antes de que caiga al suelo, si lo consiguen
tienen que hacer un lanzamiento a mano hacia la manca, procurando que
caiga a menos distancia que la medida del gamocho. Si consigue esto
queda eliminado "el velas" y si no se pueden dar tres "ibasquitos"
que consisten en elevar, mediante golpe la billalda y darle el
correspondiente testarazo para lanzarla lo más lejos posible de la manca.
El otro equipo tiene que calcular la medida, en gamochos, a la que haya
quedado la bijarda de la manca.
5. (Terreno de juego (rectangular) y dos elementos: pala y begarza
o bigarza. Los jugadores que poseen la billalda la lanzan al
campo contrario, golpeándola con la paleta. El equipo contrario puede repelerla
a base de golpes, intentando mandarla lo más lejos posible de su campo, pues
por cada begarza que entre en su terreno de juego, perderán a un jugador
y perderá el equipo que antes se queda sin jugadores.
6. Variedad recogida en Quintana Fuseros (León). Instrumentos: piedra, palo
de tres cuartas de largo, con una caja en uno de sus extremos, y villa.
Se pide punta o plana y se tira el palo en alto para que empiece a lanzar el
que acierte la forma en la que cae el palo. El que comienza se sitúa junto a la
piedra, eleva mediante golpe la villa y le da lo más fuerte posible para
lanzarla lejos. Si alguno la coge antes de que caiga al suelo se situará éste
al lado de la piedra y comenzará a lanzar. Si nadie la recoge en el aire, lo
hará en el suelo teniendo, entonces, derecho a un lanzamiento hacia la piedra
mientras que el primero que lanzó defiende su posición golpeando de nuevo la
villa, lanzándola, de nuevo, lejos, para poder calcular y contar el número de palos
que hay entre la piedra y la villa. Si el cálculo es acertado suma un punto,
pero si no cabe no suma nada y es relevado.
GLOSARIO
Este juego tradicional, como otros, tiene un léxico muy rico y por lo tanto
utiliza distintas denominaciones para designarlo, calificativos que casi
siempre revelan el nombre del palo pequeño y puntiagudo que se golpea con el
grande. Por orden alfabético estas son los apelativos encontrados en trabajo de
campo y en consulta bibliográfica:
a la mala. Palo largo con el que eleva y golpea la billalda.
begarza. En el Páramos leonés. No lo registra el DRAE.
bigarda “f. En León. Billalda”. (DRAE, 1925).
bigardia. Billalda en Sajambre (León) según Diez (1994).
bigarza. En al Páramo leonés. No lo registra el DRAE),
bijarda.
Billarda en Fresno de la Vega (no lo registra el DRAE.
billalda “Billalda o billarda. Juego que se usa en Andalucía
y otras provincias, lo mismo que tala”. (Diccionario de Autoridades, 1770).
Todas las demás ediciones,
incluida la 2001, lo registran en la misma entrada excepto la del Tricentenario
que remite a billarda.
billarda. “Billalda o billarda. Juego que se usa en Andalucía
y otras provincias, lo mismo que tala”. (Diccionario de Autoridades, 1770). En esta entrada se recoge igual que en el
lema billalda, excepto la edición del Diccionario Histórico de 1936 que
dice así: “Billarda. (De billa). Billalda (juego) // ‘¿Quién piensa en
amores?, repitió D. Modesto, en el mismo tono que hubiese dicho: ¿Quién
piensa en jugar a la billarda, o en remontar un pandero?’ Fernan Caballero, La
Gaviota, ed. 1895, p. 191. // ‘Alégreme de verme despedida como billarda (sic);
eché a correr y me vine aquí más pronto que la luz.’ Fernan Caballero, Pobre
Dolores, ed. 1906, p.
biluca (no lo registra el DRAE),
birla “2. Santander. Juego de la tala”. (DRAE, Suplemento,
1947),
boli. Denominación que trae Castro Guisasola (1985).
¡boli!, !toca!, ¡boliche!,
¡que te piche!. Voces que
se emplean en el juego según Castro Guisasola (1985).
ceporrillo. El DRAE registra ceporro con otro significado.
chirumba. Desde
1925 hasta 2001 se recoge este lema como: “tala, juego de muchachos en
Salamanca y Valladolid.”
cocha. Denominación
del juego en Fresno la Vega. (El DRAE lo registra con otro
significado).
de la pita. Billalda según Castro Guisasola (1985).
del boli. Billalda según Castro Guisasola (1985).
escampilla “1. f. Val. tala2.” (DRAE, edición electrónica).
escampilla. Desde
la edición de 1925, en la que aparece por primera vez, hasta la de 1992,
inclusive, dicen en esta entrada: “Alic. y Arg. Toña, tala.” La edición del Tricentenario rectifica lo
anterior, pues dice: “Val. tala.”
estornija “2. Tala. Juego de muchachos.” Hasta el DRAE 1992, la
edición del Tricentenario le da otro significado.
fido. De
nominación del juego Fresno de la Vega. El DRAE lo registra con otro
significado.
gamocho. Palo largo con el que se golpea la billalda. (Salvat,
1969).
huso. El DRAE lo registra con otro significado.
ira. “Palito de
machiva. Palo corto del juego según Castro Guisasola (1985).
manca. Punto de referencia.
manopla. El DRAE lo registra con otro significado.
maqui. El DRAE lo registra con otro significado.
maquiné (el DRAE lo registra con otro significado),
marrillo. En la
primera que aparece es en la edición de 1803 y lo define así: “En
algunas partes el palo corto y algo grueso.” El resto de las ediciones hasta
la del Tricentenario tampoco dicen de esta denominación que sea la tala.
Le falta por lo tanto la característica de que esté afilado por los extremos
para que sea el palo corto con el que se juega a la tala.
marro. El
Diccionario de Autoridades (1734) recoge como una de las acepciones de marro
la siguiente: “En Aragón se llama al palo con que se juega a la estornija
o tala.” Las siguientes
ediciones hasta la del Tricentenario lo recogen de manera similar. Ninguna
de las ediciones aclara si el palo es el corto o el largo.
pajarica. Tantos a
mayores calculados en este juego según Diez (1994).
pala. Palo largo con el que se eleva y golpea la billalda.
(El DRAE lo trae refiriéndose a otros deportes o juegos).
palén. Palo largo para jugar a la billalda según Díez (1994)
paleta. También se utilizó para golpear una paleta de
madera de forma rectangular o circular.
palo. Palo largo con el que se eleva y golpea la billalda. En
Quintana de Fuseros (León) el palo largo tenía una caja en uno de sus extremos.
pelicais. Denominación
del juego en Fresno de la Vega.
picota. Lo registra el DRAE como otro juego.
píndola. Palo corto del juego según Castro Guisasola (1985).
pingané. No lo registra el DRAE.
píngola (no lo registra el DRAE),
pingona. Lo registra el DRAE con otro significado.
pingulé. No lo registra el DRAE.
pintolé. No lo registra el DRAE.
piocha. El DRAE lo registra con otro significado.
pita. Billalda en León. El DRAE S (1970) lo incorpora al léxico como
tercera acepción así: “1. bis. Billalda o tala, juego de niños. // 1
ter. Palo pequeño que se emplea en el juego de la billalda o tala.” Las siguientes ediciones del Diccionario lo
recogen de la misma manera hasta la edición del Tricentenario que remite a
tala. Palo corto del juego según Castro Guisasola (1985).
pite. En León, billarda o billalda.
pítele. La primera
vez que lo recoge la Academia es en 1974 y lo hace así “Pítele. Extremo
de la pita de jugar con un palo.” Hasta 1992, inclusive, se mantiene la
definición. La edición del Tricentenario dice: “m. Extremo de la tala (palo que se
emplea en la tala.
pito. Desde el
Diccionario de Autoridades (1737) hasta la edición del Diccionario usual de
1843 se describe así: “Llaman en
Castilla la Vieja a la tala con que juegan los muchachos y dicen el juego del
pito.” Pero a partir de 1852
la tala se convierten en taba: “La
taba con que juegan los muchachos, y dicen el juego del pito.” La edición del
Tricentenario recupera pito y remite a tala 2.
polo. El DRAE lo registra con otro significado.
puigané. Billalda
según Castro Guisasola (1985).
tala. Denominación de la billarda.
toña. Desde la edición de 1899 hasta la del
Tricentenario viene como tala o remite a tala2.
villa. Billalda en Quintana de Fuseros (León).
villorta” Palo corto del juego según Castro Guisasola (1985).
xeme. Distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar
a la del dedo índice.
¿QUÉ DICE EL DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA?
Todas las ediciones del Diccionario consultadas recogen este juego,
reproduzco la descripción del de Autoridades (1739) que dice en la entrada tala: “Juego de la tala. El que usan los
muchachos con dos palos, uno mayor que otro; el menor que es de un 'xeme'
(distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del dedo índice,
que sirve de medida) y es la tala, con dos puntas a los extremos, para que al
caer en el suelo queden en hueco, y con el otro palo la dan, para que levante
en alto, y en el aire le tira a dar otra vez, para alejarla más de un círculo
que hay formado, en donde, si la mete el que sirve, gana y toma el palo que
antes tenía el otro, y hace lo mismo. Latín: Puerorum ludus palo acuminato
utrinque, qui altero impellitur.” La edición del Tricentenario dice sobre este
juego: “tala2 Quizá
del ár. hisp. ṭála‘ o ṭáli‘, y este
del ár. clás. ṭāli‘ 'ascendiente'.
1. f. Juego de muchachos que consiste en dar con un palo en otro pequeño y puntiagudo
por ambos extremos colocado en el suelo de modo que el golpe lo haga saltar y
que, en el aire, se le pueda dar un segundo golpe que lo despida a mayor
distancia. 2. f. Palo pequeño que se emplea en la tala.”
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BIBLIOGRAFÍA
Alcalá Venceslada, A. (1931). Vocabulario andaluz (1ª edición).
Edición facsímil. Universidad de Jaén, coord. Ignacio Ahumada Lara, impreso por
la RAE en 1951. Reedición de “El Mundo del siglo XXI - X Aniversario”. Madrid,
1999.
Castro Guisasola, F. (1973). Canciones y juegos de los niños de Almería.
1ª edición Vitoria. 2ª edición actualizada por José Ángel Tapia Garrido. Monte
de Piedad y Caja de Ahorros de Almería. Edit. CAJAL, Almería 1985.
Diccionario Enciclopédico Salvat Universal (1969). Salvat Editores,
Barcelona, 20 volúmenes.
DRAE. Diccionario de la Real Academia Española. Varias ediciones.
Franco Martínez, J. (Juan de la Plata.) (2002). Folclore Infantil
Jerezano. Juegos y canciones infantiles en el Jerez de mediados del siglo XX.
Ediciones Cofran. Jerez.
Naranjo Guerrero, J. Los juegos antiguos la billalda y las cajetas.
En JerezSiempre (29-03-2013).
Rosa, J.J. y del Río, E. (1997). Juegos tradicionales infantiles en León. Secretariado de Publicaciones de la Universidad de León.
![](https://www.blogger.com/img/transparent.gif)
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