LA GALLINA CIEGA


Brueghel el Viejo. Detalle de Juego de niños



Juan J. de la Rosa Sánchez
Profesor Honorario de la Universidad de León

“Al cucharón, el vendado
pega si no es despejado.”
(Aleluya del s. XIX).


La pícara leonesa de Mansilla de las Mulas que se vino a la capital cruzando Puente Castro y después de pasar por el arrabal de Santa Ana entró en la ciudad por Puerta Moneda y que según López de Úbeda en su La pícara Justina le asestó el sombrero sobre los ojos a un paisano a quien dejó hecho pita ciega me ha dado pie para hacer este artículo que comienzo con una aleluya del siglo XIX, una ilustración de Brueghel el Viejo tres poesías sobre el juego la gallina ciega no de mi autoría. sigo con un texto que espero sea del agrado de los lectores al que he añadido la descripción de otros juegos con gallina, algunos refranes en los que se cita a la misma para terminar con una ilustración que representa el juego y con otra aleluyas del siglo XIX.

GALLINITA CIEGA


“Gallinita estaba
presa en su corral,
con la pata atada
en un matorral.
Gallinita cose,
cose un delantal
para su pollito,
que no sabe andar.
Gallinita llora:
‘¡Kikirikiká!’
Se ha quedado ciega
de tanto llorar.
Gallinita ciega,
busca en el pajar.
-¡Qué se te ha perdido!
-Aguja y dedal.
-Da tres vueltecitas
y lo encontrarás.
Gallinita ciega
gira sin cesar.
¡Pobre gallinita
se va a marear!”
(Gloria Fuertes)

LA GALLINA CIEGA

 “Una gallina ciega

en un pozo cayó
y conforme se iba ahogando
hacía: cloc... cloc... cloc...

 Y no siento la gallina

ni el dinero que costó
lo que siento son los pollos
tan chiquitos que dejó.
 cómo eran chiquitos
hacían: pío... pío... pío...”
(Poesía popular)

 

LA GALLINITA

 

La gallinita,

en el gallinero,

dice a su amiga

-Cuánto te quiero.

 

Gallinita rubia

llorará luego,

ahora canta:

-Aqui te espero...

 

"Aqui te espero,

poniendo un huevo",

me dio la tos

y puse dos.

 

Pensé en mi ama,

¡qué pobre es!

Me dio penita...

¡y puse tres!

 

Como tardaste,

esperé un rato

poniendo huevos,

¡y puse cuatro!

 

Mi ama me vende

a doña Luz.

¡Yo con arroz!

¡qué ingratitud!”

(Gloria Fuertes)


La gallina ciega es un juego de niños, pero también de mayores citado en la novela picaresca española (La pícara Justina), que fue pintado por Goya (1746-1828), colgado en el Museo del Prado con el título de El cucharón o La gallina ciega y que ha sido reproducido por numerosos autores en muchas ilustraciones; por lo tanto, es un famoso juego que en Andalucía se le conoce como Pello, en Segovia se denomina Vísula, en Bolivia se le dice Ratoncito y en México se llama Moma.

Como todos los juegos tradicionales tiene muchas variantes, exagerando un poco, una casi por cada pueblo, barrio o calle. En mi niñez recuerdo que jugábamos así: elegíamos a uno, le tapábamos los ojos con un trapo o similar y de esa guisa buscaba hasta que encontraba a otro y lo reconocía a base de palparlo y, entonces, éste era él quien buscaba. Los demás, a su alrededor, en corro o no se agachaban, se ponían de puntillas, hablaban en un lugar y se cambiaban a otro, le tocaban... hasta que alguno era pillado y reconocido.

OTRAS VERSIONES

1. Los participantes, en corro, agarrados de las manos dan vueltas hasta que la gallina los manda parar. Entonces se acerca a uno de ellos y, sólo palpándolo, debe reconocerlo.

2. A la ciega le dan varias vueltas antes de que comience a buscar.

3. Pueden designarse dos gallinas.

4. Se establece el coloquio siguiente:

- Corro. Gallinita, ¿qué has perdido?

- Gallina. Una aguja y un dedal.
- Corro. Pues da tres vueltas y los encontrarás. 

Dicho y hecho, le dan tres -a veces cuatro- vueltas, medio se marea y a buscar, agarrar, palpar y acertar.

5. También con diálogo:

- Corro: ¿De dónde vienes pita ciega?

- Gallina: Del molino de la maniega[1].
- C.: ¿Qué comiste?
- G.: Pito "asao"
- C.: ¿Quién te lo ha "dao"?
- G.: Mi "cuñao".
- C.: ¿Guardásteme algo?
- G.: Sí, entre unas pajinas.
-C.: Pues, pita ciega, a buscarlo.

6. Juego de las tinieblas. Se realiza en una habitación oscura en la que no es preciso vendarse los ojos para no ver.

7. Rodríguez Marín Cantos populares españoles. Tomo I (1882) recoge la versión siguiente:

 "Gayinita ciega,

¿Qué te s' ha perdío?
Una 'buja y un deá.
Pos échalo a buscá." 

8. En su Nueva colección de juegos de prendas (Piferrer,1837) acopia cuatro versiones de este juego que recomienda para las noches de mucho frío. En la primera de ellas dicen así:

- "Corro: ¿Gallinita, ¿qué te se (sic) ha perdido?

- Gallina: Los pollitos y el merendar.
- Corro: Pues da tres vueltas, y velos a buscar." 

La segunda, tercera y cuarta versión, responden a los títulos siguientes: la gallina ciega con vista, la gallina ciega con varita y la gallina ciega sentada.

9. Ledesma Juegos de nochebuena moralizados (1613) transmite esta letra:

- "P. ¿Qué venden en la tienda?

R. Espadas.
- P. ¿Qué venden en la plaça?
R. Escaramojos[2].
- P. Con ellos te saque los ojos
si vieres.
- R. Amén."

10. Corral y col. Juegos infantiles cordobeses (1984) aportan la variante recogida en Aguilar de la Frontera (Córdoba) siguiente: “Los niños del corro cantan mientras giran:

“Una gallinita ciega

en un pozo se cayó,
y conforme se iba ahogando
hacía clo, clo, clo, clo.
Yo no siento la gallina
ni los huevos que dejó,
lo que siento son los pollos
tan chiquitos que dejó.”

11. Juan de la Plata Juegos y canciones infantiles (2002) recogió en Jerez estas dos versiones:

- a) “Gallinita ciega, ¿qué se te ha perdido, una aguja o un dedá?

- Pues da media vuerta (sic) y la (lo) encontrarás.” 

 b) “Gallinita ciega, ¿qué se te ha perdido?

- Una aguja y un dedá (sic)

- Pos (sic) dá media vuerta (sic) y los encontrarás.”

12. Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española (1611) describe el juego de esta manera: "Tienen los niños un juego que llaman de la gallina ciega, atando a alguno de ellos (a quien cayó por suerte) una venda a los ojos que no pueda ver, y los demás le andan alrededor tocando en el suelo con un çapato (sic), y diciendo: Çapato (sic) acá; y suelen darle en las espaldas con él; pero al que él diere palmada con la mano o con el çapato, que trae en ella, entra en su lugar. El juego es muy antiguo..."

13. El Diccionario de Autoridades, en la entrada gallina, (1734), dice: “Juego con que se divierten los muchachos y se ejecuta vendando a uno de ellos los ojos, al cual los demás dan palmadas en las espaldas, hasta que coge a alguno, el cual se pone en su lugar y hacen lo mismo con él. // Arteag. Rim. f. 95. ‘Dexadme jugar un rato / a tanta gallina ciega.” La anterior descripción del juego se mantiene, aunque resumida, hasta la edición de 1956, inclusive. El DRAE (1970) determina que sigue siendo gallina hasta que coge a otro o lo conoce cuando le toca “...y entonces es éste el vendado.” La ediciones de 1992 y la electrónica lo describen así: “Juego de muchachos en que uno, con los ojos vendados, trata de atrapar a otro y adivinar quién es; si lo logra, pasa el atrapado a ocupar su puesto.”

OTROS JUEGOS CON GALLINA

La gallina la pavada. También la gallina papuja. “Juego que usan los muchachos, sentándose en rueda, con las piernas tendidas, y el que guía el juego está en medio y dice así: La gallina la pavada pone huevos a manada, pone uno, pone dos... y sube hasta ocho. Contando desde las piernas de uno y en llegando al número ocho dice: Zámpate ese bizcocho, y esconde la pierna y de esta suerte va corriendo por los pies de todos, y en quedando sólo uno, aquél paga.” (Diccionario de Autoridades, 1737 en la entrada pavada).

La gallina la jabada. Otra variante de la gallina la pavada, también conocida como gallina papuja de la que dice Cuscoy (1944) citado por De Melo Jogos populares do Brasil (1956).

“La gallina, la jabada[3],

puso un huevo en la cebada,
puso uno, puso dos,
uso tres, puso cuatro,
puso cinco, puso seis,
puso siete, puso ocho;
que te guarde este bizcocho
hasta mañana a las ocho.”

 

ALGUNOS REFRANES

Para ir acabando recopilo unos refranes que contienen buenas dosis de machismo, tomados del Diccionario de Autoridades (1734), en la entrada gallina:

Al marido malo, cegallo (sic) con las gallinas de par del gallo. Refrán. que enseña a las mujeres que tienen maridos de mala condición, que el modo de sossegarlos (sic), no es reñir, sino procurar servirlos con más cuidado, y regalarlos: lo que explica el que les den las gallinas que duermen junto al gallo, que son siempre las más gordas.”

Holgar gallinas, que el gallo está en vendimias, o que muerto es el gallo. Refrán. que generalmente advierte el daño que suele ocasionar la ausencia de qualquier (sic) Superior, por la libertad que entonces se pueden tomar los súbditos: y particularmente habla de la falta que el marido hace en su casa.”

La gallína de mi vecína, más huevos pone que la mía, o más gorda está que la mía. Refrán. que reprehende (sic) a los envidiosos, que siempre juzgan de mejor calidad lo que los otros posseen (sic).”

La muger, y la gallina hasta la casa de la vecina, o por andar se pierde ahína. Refrán. que reprehende a las mujeres poco recogidas, y amigas de andar, por los peligros, y riesgos que pueden tener fuera de su casa.”

Más vale pan con amor, que gallína con dolor. Refrán. que enseña, que quando (sic) no hai (sic) paz, y cariño entre los casados, o otro género de personas, sirve de poco la riqueza, y el regalo; como al contrario se lleva bien la pobreza, quando (sic) hai (sic) amor y paz.

No es mucho que a quien te da la gallína entera, tu des una pierna de ella. Refrán. que enseña, que a los que han sido cáusa (sic) de nuestra fortuna (sic), debemos hacerlos participantes de ella. // CERV. Nov. 3. pl. 112. No es mucho que a quien te da la gallina entera, tu dés una pierna de ella.

Sobre un huevo pone la gallína. Refrán. que enseña, que en qualquier matéria hace mucho al caso tener algún principio, aunque sea corto, para adelantar en ella. // CERV. Quix. tom. 2. cap. 6. En fin, yo quiero saber lo que gano, poco o mucho que sea, que sobre un huevo pone la gallína.”

Tan contenta vá (sic) una gallina con un pollo, como otra con ocho. Refrán. que enseña el amor, y cuidado de las madres con los hijo, al modo de la gallína, que recoge debaxo de sus alas, y cuida de un pollo solo, como la que tiene muchos.

Triste es la casa donde la gallina canta, y el gallo calla. Refr. que nota el que las mujeres  manden en las casas con sujeción y desprecio del marído: lo que también explican con otro refrán, que dice: En casa de Gonzalo más puede la gallina que el gallo.

Viva la gallina, y viva con su pepita. Refrán. que enseña, que aunque sea a costa de algunos achaques, se debe conservar la vida. // CERV. Quix. tom. 2. cap. 5. Esso no, marído mio (dixo Teresa) viva la gallína, aunque sea con su pepíta: vivid vos, y llévese el diablo quantos Gobiernos hai en el mundo.”

 

En Fundación Joaquín Díaz

Y, para terminar de verdad, otra aleluya del s. XIX referida a la conocida en León como pita ciega:...

“No sea lerdo el que juega a la gallinita ciega.”

 

¡SALUD, DINERO Y AMOR PARA EL 2025 Y SIGUIENTES!


[1]  “Maniego,ga. Ambidextro,tra.” (DRAE, edición Tricentenario).

[2] Escaramojo no está registrado en el DRAE. Sí escaramujo: “escaramujo. (De or. inc.). 1. m. Especie de rosal silvestre, con hojas algo agudas y sin vello, de tallo liso, con dos aguijones alternos, flores encarnadas y por fruto una baya aovada, carnosa, coronada de cortaduras, y de color rojo cuando está madura, que se usa en medicina. 2. m. Fruto de este arbusto. 3. m. percebe (crustáceo).” (DRAE, Tricentenario).

[3] “Jabado, da. 1. adj. Cuba Dicho de un ave, especialmente de un gallo o de una gallina: De color grisáceo con manchas de otros colores que ofrecen el aspecto de escamas. U. t. c. s. 2. adj. Cuba Dicho de un mulato: De piel y ojos claros y pelo rizado castaño claro o rubio. U. t. c. s.” (DRAE, edición electrónica).



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