DIÁBOLO Y
POESÍA
Ilustración tomada del DRAE (1950)
Hace unos días manifesté en el artículo diábolo que como tal se conoce a un juguete y a un juego infantil que es practicado también por mayores del que.afirma Gorris (El juguete y el juego. Avance. Barcelona,1976) que fue inventado en China, donde, además de juego de niños, era utilizado por los buhoneros y vendedores de golosinas para atraer a los clientes. Para otros autores el juego es oriundo del África Central, pero en apoyo de la tesis de Gorris se encuentran más investigadores que insisten en que su procedencia es de China, concretamente de Kuengen, desde donde lo introdujeron en Europa algunos misioneros, llamándole “El diablo entre dos varillas”. Tuvo mucha difusión en la "Bella Albión" del siglo XVIII y se popularizó en Francia durante el XIX. En España me consta que también se practicó, pero naturalmente, sólo puedo asegurar por propia experiencia, que se jugó entre los años 30 y 60 del siglo pasado. artículo que terminé con la poesía Luz entre carretes que hoy y con el propósito de ampliar y completar citado artículo reproduzco y añado otras sobre tal juguete y juego.
GLOSA - EN UN RINCÓN DEL
ALMA
Encontrarme tan sólo
Cómo me encuentro hoy
Si a un poco de alegría,
Glosa inspirada y bajo la orientación de los versos del tema “En un rincón del alma” de Alberto Cortez:
encontrarme tan solo
como me encuentro hoy,
de qué sirve la vida
si a un poco de alegría,
le sigue un gran dolor.
LA MUERTE EN TUS LABIOS
“Dame una razón para no enloquecer,
Desde que tu piel de ángel se quedó en el recuerdo,
Se siente tan corrompida,
Como si faltara tu risa,
Tu caminar angelical.
Tus cambios y manías,
Todo lo que teníamos,
Poco, pero en ti lo tenías.
No sé cómo paso que un universo se cruzó entre nosotros.
Pero sé que la nostalgia tiene tu nombre,
Y las olas del mar en las noches crean tu rostro.
Mira, ahí en el horizonte, estás tú con el sol que se esconde.
Me pierdo mi delicioso sueño, me pierdo en cuentos.
Solo te veo en recuerdos,
En vagos rincones recubiertos de hielo.
Aun te deseo, y lo seguiré haciendo hasta el fin de los tiempos.
Aunque mi alma se entume, y entra en coma sus sentimientos,
Aun te doy mi amor ciego.
Pero sé que una parte de mi ha muerto,
Y no revivirá, hasta abrazarte de nuevo.
No encuentro tu olvido, ¿moriré?
¡No lo sé! ¡No sé nada ya!
Mi frágil diábolo con rostro de ángel y rojas garras,
No quiero volver a ver un
ocaso si no estás en el volando,
Mátame, te lo ruego.
Poema la muerte en tus labios., de Héctor Adolfo
Campa, en Poemas del Alma
LUZ ENTRE CARRETES
“Luz entre carretes;
trocitos de algodón.
Malabaristas de sueños,
parvos[4] gigantescos...
¡Lanza tu diábolo!
E imagina un mundo,
donde tú seas su dueño
y no una multitud.
¡Lanza tu diábolo!
Mientras cae, diseña,
un camino para tus pies
y no, una hucha con el pasado.
Sé un saltimbanqui
soñador
que aun sin un telón,
danza con una sonrisa
dando lo mejor de sí.
Los carretes giran y
giran,
nunca están inertes,
si entiendes esto, sabrás,
que la vida es preciosa.
¡Lanza tu diábolo!
Sin temor al qué dirán;
el diamante brilló más
cuando se pulió.
Sólo sufre aquel que no
sabe
que entre diábolos hay opciones.
Muy de idiotas es creer
que tres y dos son seis.
¡Lanza tu diábolo!
E imagina un mundo
donde tus barreras sean
sólo lagunas en tu mente.
¡Lanza tu diábolo!
Sé el artista que quieres ser;
recuerda que: "Sólo te lastiman
los que no alcanzan tu grandeza.
¡Ríe diabolero!
Hoy es un gran día,
la felicidad espera
para intimar contigo.
¡Lanza diábolo!
¡Los carretes nunca son inertes!
E imagina un mundo
donde juegues en libertad.
Si tu diábolo es
sombrío,
recuerda que tú eliges los colores."
https://poematrix.com/autores/norvin-barrantes/poemas/diabolo
MANOLA LA PUREZA
trabajaba ella, a deshoras,
sin desaliento y destinos
a gente mayor e infantes,
enfermos y desvalidos.
Las 'comadres murmuraban'
¿de dónde viene al ocaso?
muy cansada y… ella tan sola,
pero se hacía el remanso.
Cara como la Azucena
blancura por su pesar
tostada como el trigal.
Ojos para desear
y dolidos por el llanto,
por ese sufrir de amar,
que le hiciera pasar tanto,
pelo color de la miel
recogido con encanto.
Esbelta figura altiva,
un diábolo su cintura,
caderas exuberantes
de pechera con soltura
y de piernas concordantes,
vestido rojo hermosura.
Hacendosa era la niña
hábiles manos bordando
en su ajuar, ella cosía,
y mientras, iba soñando,
en un mozo pinturero
que el sentido va quitando.
En la ventana la niña,
que a pie de calle se hallaba,
un mocito 'trinitario'[5]
el sentido le quitaba,
y presta en su quehacer diario
de atender lo que ocupaba,
niños; ancianos y enfermos
día a día dedicaba.
Y centrada en la promesa
que aquel mozo un día daba.
Iba a sus cuitas Manola,
quiso Dios se lo encontrara
abrazando a otra mujer,
que de amor apasionara,
supo Manola después
que al matrimonio se hallara.
De salud muy delicada
enfermó pronto la rosa,
de 'Tisis' diagnosticaron
aquella flor tan hermosa.
Duró muy poco la niña
que era prenda primorosa.
La Parca tomó su turno
una mañana temprana,
de su faz huyó la rosa
dejando la faz tan clara.
En coche caballos negros,
cuatro corceles tiraban,
que llevaban a la niña,
el Camposanto esperaba.
Niña Manola descansa,
en su lecho del jardín
que al final es lo que amansa.
Las comadres le lloraron
de arrepentida esperanza
pues mucho la criticaron
pero hasta el alma, era blanca.”
(Roberto J. Martín)
En Poemas del Alma
RECUERDO
sobre nuestras formas impecables,
tatuados los tejados de buhardillas
que bullían vida con ínfimo hilo
y el vozarrón del campanario,
grave, apostando por las ocho.
Tú: las coletas y tus carreras
en pos del diábolo que era estrella
en tu celaje[6] sin salpicón de tormenta.
Yo: acodado en el pico de la terraza,
disgregando la cuesta de la calle
de su atónico postramiento,
encumbrándola encima de antenas.
Juntos coreando un son imposible
al sofoco que nos soplaba el paredón,
ahí, cuando los vecinos lustraban hamacas
para la nocturna cita ineludible
de esa frescura de cuño popular.
Entonces, salía nuestra madre
y nos llamaba a cenar nombrándonos,
o nos reñía por el sudor seco
que nos esbozaba riachuelos en el cuello.
Seguro que el tiempo se contuvo,
que apresó con sus garras de hiel
un borbotón que nos tiznó
y que hoy veneramos su mancha.”
(Kabalcanty)
En Poemas del alma
[3]
Planta trepadora (DRAE, Tricentenario)
[4] Del lat. parvus. 1. adj. cult. Pequeño en tamaño, importancia o cantidad. Un parvo bagaje cultural. 2. f. parvedad (‖ corta porción de alimento). 3. f. Mies tendida en la era para trillarla, o después de trillada, antes de separar el grano. 4. f. Entre la gente trabajadora, desayuno. 5. f. Montón o cantidad grande de algo.” (DRAE. Tricentenario)
[5]
“Perteneciente p relativo a la Santísima Trinidad” (DRAE. Tricentenario)
[6] Sinónimos o afines de «celaje»; nubosidad, nublazón, nebulosidad, celajería., claraboya, tragaluz, ventana, presagio, augurio, anuncio, principio, comienzo.” (DRAE Tricentenario)
Ilustración de 1812 de una mujer
jugando al diábolo Wikipedia 19/12/2024
Comentarios
Publicar un comentario