ANTÓN PIRULERO


En https://aprenderpianocom.wordpress.com/2012/03/24/notas-anton-pirulero-juego/


Juan J. de la Rosa Sánchez
Profesor Honorario de la Universidad de León

 

“El juego de los oficios y mudos.”

(Ledesma, 1613)

 

Entre mis recuerdos está el que en Jerez se cantaba y se jugaba al Antón Pirulero, juego del que seguramente se acordarán todos los que en aquel tiempo (años 40-50 del siglo pasado) disfrutaban de su niñez enredando por las calles, entonces espacios libres. Lo documenta Juan de la Plata en su libro Juegos y canciones infantiles en el Jerez de mediados del s. XX que dice sobre el particular lo siguiente: “Esta canción es muy popular en toda España, donde se la conoce por ‘Antón Perulero’ pero en Jerez siempre se dijo Pirulero, y así lo escribo…

Antón, Antón Pirulero,

la capa arrastrando,
los pies por el suelo.

Antón, Antón Pirulero

cada cual, cada cual,
aprenda (o atienda) su juego,
y el que no lo aprenda,
que pague una prenda.

Antón, Antón…”


Sobre la existencia de Antón Perulero, en el Semanal. nº 749 del 3 al 9 de marzo de 2002, pág. 66. Taller de Editores, S.A., Madrid, se publicó: “El apellido de este personaje es ‘Perulero’, como recoge Sebastián de Covarrubias en su ‘Tesoro de la Lengua’ (1611): ‘Perulero: el que ha venido rico de las Indias del Perú.’

Hay una canción de corro que habla de él, aunque no parece que corresponda a persona concreta. De acuerdo con esa cancioncilla Antón Perulero tuvo notoriedad por haber descuartizado a su mujer, a la que vendió como carne de carnero. La copla lo refiere así:

“Antón, Antón,

Antón Perulero,
mató a su mujer,
la hizo pedazos,
la sacó a vender
por cuatro dineros.
La gente decía:
¡oh, qué buen carnero!
y era la mujer
de Antón Perulero.”

También se dice que el origen de Antón Pirulero es un hecho que sucedió en Granada donde en 1860 un hombre mató a su mujer mediante 20 puñaladas y un alfiler y que después la llevó a moler a un molino y cuya letra es:

“Antón Pirulero

mató a su mujer
la metió en un saco
y la mandó a moler.”

Mi buen amigo Enrique Arroyo Reñones, desde Ayamonte, me ha remitido la letra que transcribo a continuación:

"El tío Parranganino
mató a su mujer
la cortó en pedazos
y la puso a vender,
la gente se creía
que era tocino
y era la mujer
del tío Parranganino."

Tirso de Molina dice en el siglo XVII: “Tengo un padre perulero, / que, de gobiernos cansado, / tregua ofrece a su cuidado / y empleos a su dinero. Algunos cronistas escriben pirulero ya que antes de su conquista, el Perú se llamaba Pirú o Virú.”

 En la entrada “perulero” dice el Diccionario de Autoridades (1737): “Perulero. Se llama también el que ha venido desde el Reino del Perú a España. Lat. Peruvianus.” Cita a Ulloa, Poes., pg. 147 que canta: A tan áspero Argel vino a librarte / la redención de un perulero pollo, / obra de su merced fue rescatarte: / aquí comienza el cuento del Criollo.” Añade que se toma también por el sujeto adinerado y que perulero en Andalucía y otras partes es una vasija de barro, angosta de suelo, ancha de barriga y estrecha de boca. Lat. Urceoles ore angustus.” 

Antón Pirulero, como juego de prendas, lo recoge por primera vez el Diccionario de la Academia en el Suplemento de la edición del año 1884, en la entrada “Antón” y lo hace así: “Antón perulero, cada cual atienda a su juego. Cierto juego de prendas.” La descripción anterior se va repitiendo, invariablemente, en las siguientes ediciones hasta 1933. La edición Histórica (1933), en la misma entrada, añade la siguiente cita de Villarroel, Obr., ed. 1794, t. 10, p. 286: “Cuenta que, en sus invenciones, / tienen muy mal paradero, / y Antón perulero, / cada cual atienda a su juego.”

Las sucesivas ediciones del Diccionario repiten la descripción de 1884 menos en las de 1992 y de 2001 en las que no aparecen en la entrada “antón” que se retorna en la del Tricentenario así: “Perulero1. (De perol). 1. m. Vasija de barro, angosta de suelo, ancha de barriga y estrecha de boca. // Perulero2, ra. 1. adj. Natural del Perú. 2. adj. Perteneciente o relativo a este país de América. 3. m. y f. Persona que ha ido desde el Perú a España, y especialmente la adinerada.”

 Ledesma en Juegos de Nochebuena (1613) le dedicó un romance a Antón Pirulero, al que denominó “A la enseñanza de Cristo nuestro Señor, y a las imitaciones de los fieles en sus virtudes” y tituló “El juego de los oficios y mudos.”

 Antón Pirulero, ya ha quedado dicho, es un juego de prendas en el que prima la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes que va provocando el director, mientras cantan esta o alguna otra de las versiones al uso:

Antón, Antón, Antón Pirulero

cada cual, cada cual
que atienda a su juego
y el que no lo atienda
pagará una prenda
de mucho dinero.

Antón, Antón...

(Discos Columbia editó la canción en 1976)


La transcripción que sigue la he tomado de la obra Nueva colección de juegos de prendas y de penitencias que pueden imponerse Imprimida por Juan Francisco Piferrer (1837) y dice así:

 "El Presidente hace que cada uno de los jugadores tome un oficio, especificando cómo lo dará a entender con las acciones que más lo asemejen, y procurando no tomar oficio que se parezca a otro, para evitar equivocaciones: ya tomado cada cual su oficio, advierte el Presidente que pongan mucha atención a que cuando él contrahaga el oficio de alguno, éste al mismo instante ha de hacer la mamola, esto es llevar la mano derecha abierta, y con el pulgar en la barba menear la mano, y cuando el Presidente haga la mamola, él ha de hacer su oficio siempre trocado a lo que haga el que lleva el juego; pero ha de ser con viveza, porque si se descuida, y se llegan a encontrar haciendo los dos el oficio o la mamola, paga prenda: también pagará prenda si habiendo mudado de oficio (pues lo hace sin advertirlo) continuase en hacer el suyo o la mamola, por no haber reparado; u aquel que por la misma razón se esté quieto creyendo que no se dirige a él el Presidente, pagará asimismo prenda, o el que responda por otro. // Para esto principia el presidente diciendo: Antón Perulero, Antón Perulero, cada cual atienda a su juego; y lo repite las veces que le parece; y haciendo la mamola todos a un tiempo, hace cada uno su oficio; pero en señalando oficio particular, todos cesan en el suyo; y solo aquel que indica es el que está en juego."

En versiones recogidas en Jerez y en la provincia de León, en lugar de oficios los jugadores hacen como si interpretaran una pieza musical en un instrumento, con la misma letra u otra y cuando el director cambia de la acción que esté realizando el jugador que es imitado tiene que cambiar a la de aquel y si no lo hace paga prenda que se va guardando y cuando están todas recogidas, las tapa el que dirige, y pregunta a uno de ellos: “¿Qué me das por la prenda que tengo en la mano?” El interpelado contesta: “que la dueña o el dueño de la prenda haga tal cosa”.

Quien resulte ser propietario ejecuta la sentencia y cumplida esta, el reo impone a su vez al dueño de la siguiente prenda otra pena y así hasta que se saquen y se cumplan todas las prendas y sentencias.

Otra versión de Antón Pirulero es la que sigue:

Yo sé, yo sé, yo sé la manera

de dar, de dar la lata a cualquiera...
Antón…

 

EN http://escuelapedrerahuertas.blogspot.com.es/ (20/06/2012)


NOTAS

 Enredando por internet he sabido que, en Cádiz el domingo 13 de agosto de 1865 se celebró una corrida de toros y el titular de su crónica o quizás quien la firma fue “Antón Perulero”. En Todocolección- (31-01-2014)

 En http://www.youtube.com/watch?v=4mq2xLQ8_s&feature=player_embedded se pueden visionar y oír vídeos con la letra, música y organización del juego.

En el vídeo Juegos tradicionales infantiles, editado por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de León en 1998, está grabado, entre otros, este juego.

Se canta o ha cantado otra copla popular que no es de juego tradicional, titulada “Antón, Antón” y cuya letra dice:

Me quisiste, me olvidaste,

me volviste a querer;
las chanclas que yo desecho
no me las vuelvo a poner

Estribillo:

Antón, Antón,

no pierdas el son,
porque en la Alameda
dicen que hay un hombrón,
con un camisón,
que a las niñas lleva.

Me quisiste mozo libre,

también me querrás soldado.
¿Cómo vas a despreciar
lo que el rey no ha despreciado? 

Al estribillo 

Son tus ojos dos tinteros,

tu nariz, pluma afilada;
letra menuda tus dientes
tu boca, carta cerrada.

Al estribillo

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